La vida en la gran ciudad de Tenochtitlan
La plaza central de la actal ciudad de México, el Zócalo, corresponde probablemente al centro de la ciudad azteca. Los descubrimientos, de extraordinaria importancia histórica y artística, hechos por los arqueólogos mexicanos a partir de 1978 han permitido localizar el gran teocalli y descubrir las ofrendas, de increíble variedad y riqueza , que en él habían enterrado los constructores aztecas.
La pirámide, de unos treinta metros de altura,descansaba sobre una base rectangular de 100 por 80 metros. Una amplia escalera doble con balaustradas adornadas con cabezas de serpientes emplumadas, permitía ascender , por ciento catorce escalones, a la plataforma superior. Allí se alzaban dos santuarios: el de Hutzilopochtli, dios solar de los guerreros aztecas, y el de Tláloc, antiguo dios de la lluvia y del agua fecundante, adorado por los agricultores desde hacía mucho siglos.
Este monumento presidía con su mole un conjunto de templos, pirámides y edificios religiosos encerrados por un muro almenado con cabezas de serpiente, el coatepantli. En él se encontraban los santuarios de las principales divinidades: el de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, dios del viento y del lucero matutino,cuya morada tenía la forma redondeada de una torre; el de Tezcatlipoca, dios del cielo nocturno y protector de los jóvenes guerreros, y el de la diosa madre Ciuacóatl, la Serpiente Femenina. Los dioses de las provincias del Imperio azteca estaban reunidos en un panteón, el Coacalco.
Además de los templos, la ciudad santa comprendía los lugares de sacrificio y de oración; el juego de pelota ritual o tlachtli; el tzompantli, donde estaban expuestas las calaveras de las víctimas humanas, y los cálmecac, colegios-monasterio en los que los sacerdotes (hombres austeros vestidos con negras túnicas) impartían a los jóvenes de las clases dirigentes la educación superior de la época: lectura de los libros sagrados, historia del país, aprendizaje de los ritos y código de buenos modales.
Palacio de Moctezuma II en Códice Mendoza |
La mayoría de los emprendedores habían construido sus palacios en el centro de la ciudad, cerca del coatepantli. Moctezuma II residía, al este de la gran plaza, en un palacio que era a la vez morada principesca, residencia para huéspedes y "oficinas" del gobierno, y cuyas dimensiones y refinamiento asombraron a los españoles. Formaba un conjuntode edificios, casi todos de dos plantas, agrupados en torno a patios interiores y jardines. Los aposentos del tlatoani ("el orador", el soberano) y los reservados a los huéspedes de calidad estaban en el piso superior. En la planta baja, múltiples salas eran sede de los altos tribunales, el gran consejo, el tesoro público (grandes depósito donde se acumulaban géneros y objetos preciosos) y las oficinas de los escribientes encargados de los impuestos, así como salonesde música, talleres de orfebrería y pajareras con aves multicolores. En los jardines, llenos de plantas de todo tipo, nadaban en grandes estanques patos, cisnes y garcetas. Cortés llegó a escribir a su soberano que las "casas de aposenamiento" de Moctezuma eran "tales y tan maravillosas.... que en España no hay semejante".
Es cierto que los nobles aztecas, cada uno dentro de su rango, debían de tener residencias muy lujosas. En cuanto a los ricos mercaderes especializados en el comercio con las provincias lejanas, afectaban llevar una vida modesta y sin brillo; de vez en cuando estos pochteca daban banquetes, seguidos por veladas de canto y danzas, alos que no desdeñaban asistir los señores, y es probable que sus casas, no fuese indignas de tan nobles huéspedes.
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